El reportaje rastrea el lado salvaje de Hollywood, una cara oculta donde rigen reglas que afectan por igual a todas las estrellas, incluido el Rey del Pop: allí, un ejército de detectives privados, asesores, gangsters, sectas, agentes, médicos a sueldo, abogados sin escrúpulos y camellos, forman un exclusivo grupo que puede hacer que todos los problemas que afectan a una estrella desaparezcan; aunque, a la larga, -tal y como explica el reportaje- esos mismos personajes pasan una factura de altísimo precio. La tesis del documental defiende que Michael Jackson, en un momento de su carrera en que ya había caído en desgracia y se encontraba en una situación desesperada, trató de escapar a las reglas del juego de Hollywood, reglas que un día le construyeran como producto de masas pero que acabarían por engullirle en una espiral de autodestrucción y venganza.